Es sin lugar a dudas uno de los perros más cómicos y más simpáticos de todos y su éxito se debe, seguramente más a su aspecto particular que a sus cualidades venatorias de sabueso. Sin embargo, está dotado de un olfato muy fino y es empleado con óptimos resultados en la caza de la liebre, el jabalí y el corzo, demostrándose muy resistente pero poco veloz. De carácter afectuoso, sabe sin embargo ser especialmente obstinado y testarudo, sorprendiendo al propietario con un insospechado espíritu de independencia. Aún estando reconocida como raza americana, no hay dudas que su origen debe buscarse entre los sabuesos franceses y más específicamente en el Basset d'Artois cruzado en tiempos más remotos con otros, entre los cuales se encuentra el Perro de San Huberto.
Este nuevo tipo de perro, obtuvo un notable éxito tanto en Francia como en Inglaterra donde se extendió con relativa rapidez.
El propio Shakespeare habla del Basset en "Sueño de una noche de verano" y, sucesivamente (alrededor de 1860 - 70), Lord Onslow formó una jauría muy numerosa. Parece ser que los primeros Basset que llegaron a América fueron los que La Fayette regaló a George Washington.
Mientras en Europa se discutía entre franceses e ingleses ya de los orígenes como de las características y aptitudes del perro que los primeros querían exclusivamente para la caza mientras los segundos tendían a seleccionar sus cualidades estéticas, en América, se trabajaba mucho la obtención de un perro potente y macizo, capaz de causar admiración tanto por sus caracteres morfológicos como por sus dotes naturales de cazador.
Fue así que la raza se reconoció como americana y es preciso decir que, los ejemplares más hermosos, provienen del nuevo continente. En la actualidad el Basset Hound está extendido por todos los países y encuentra un número cada vez mayor de apasionados y seguidores.
El Basset Hound, es un perro de osamenta particularmente robusta e imponente dotado de buen olfato y que sabe moverse con soltura y vivacidad. Particularmente imponente es la cabeza (que muestra claramente su descendencia del Blood Hound) que debe ser grande y bien proporcionada con el resto del cuerpo. La longitud del cráneo debe ser lo más igual posible a la del hocico y de las orejas, muy largas, de nacimiento bajo que sobrepasan en mucho, la punta de la trufa y que el perro lleva con pliegues flojos. La piel es abundante sobre todo el cuerpo y forma sobre la cabeza un dibujo de pliegues, que se marcan especialmente cuando aquélla está baja.
El cuello es muy fuerte, con papada bien evidente. La expresión es dulce y algo triste, con ojos marrones y ligeramente hundidos.
El tronco es alargado pero muy sólido, con el tórax bien desarrollado y las costillas bastante arqueadas.
El perro lleva la cola alegremente tanto cuando está quieto como cuando se mueve.
Alzada a la cruz. De 33 a 38 cm.
Cabeza. Grande y bien proporcionada, de mediana anchura, con el cráneo de la misma longitud del hocico. Paredes laterales del cráneo planas salientes. Trufa negra y oscura, con fosas nasales muy abiertas. Hocico puntiagudo. Labios oscuros, colgantes de modo tal que forman un ángulo recto con la punta de la nariz. Stop moderadamente marcado.
Ojos. De color marrón, preferiblemente oscuro. Los párpados inferiores dejan ver la membrana de color rojo oscuro.
Orejas. Muy largas y de nacimiento bajo. Si se tiran hacia adelante, sobrepasan en mucho la punta de la trufa. De textura aterciopelada, cuelgan en pliegues flojos.
Cuello. Ancho y bien arqueado, con papada muy marcada.
Cuerpo. Tórax profundo y macizo, con esternón prominente. Su distancia mínima del suelo es equivalente a un tercio de la alzada a la cruz. Costillas alargadas, lisas y extendidas con profundidad. Línea dorsal nivelada.
Extremidades posteriores. Paralelas si se miran de atrás. Corvejones rectos, no están girados ni hacia afuera ni hacia adentro. Metatarsos caídos. Eventual presencia de espolones.
Enfermedades
Por tratarse de un perro bastante difundido, se han podido estudiar mejor que en otros, algunas problemas que lo afectan particularmente. Entre éstas, la más frecuente es ciertamente los problemas de oido debido a que el borde colgante del pabellón, favorece el depósito de cera y residuos, permitiendo de esta manera una inflamación del meato auditivo.
Algunos ejemplares por su constitución, tienden a que se de la vuelta el párpado inferior con la consiguiente exposición de la conjuntiva, que así puede inflamarse con mayor facilidad. En los casos más graves se recurre al tratamiento quirúrgico.
En el Basset hound se ha descrito una enfermedad hereditaria que afecta a las hembras de edad inferior a los seis meses, que está caracterizada por una deformación de las vértebras cervicales y que tiene como consecuencia la incapacidad de mantener el equilibrio.
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