Descripción: El Lhasa Apso debe su nombre a la ciudad de "Lhaso" en el Tibet y "apso" por su pelo largo semejante al de la cabra. Fue criado por monjes y tratado como sagrado se le encomendaba la custodia de los templos. El Lhasa es un perro pequeño de 25 cm de altura. La cabeza es pequeña con frente recta y ojos medianos y oscuros. Las orejas las lleva colgantes con abundante pelo y la cola la enrosca bien por encima del dorso. Su pelo es lacio, fuerte y largo. La subcapa es abundante y suave. El color son muchos, dorado, arena, miel, gris oscuro, pizarra, particolor, etc. En la etapa de adulto su pelo llega hasta el suelo.
El Lhasa Apso no es un perro faldero, aunque le encantan los mimos, es muy cariñoso y disfruta del estar en casa. Tiene la debilidad de andar a su aire paseándose por la casa con gran independencia. Destaca en belleza e inteligencia. Necesita educación desde temprana edad para convertirlo en un compañero perfecto. Es muy dado a jugar con los más pequeños. Reconocido como uno de los ejemplares que más se destacan como perro de exposición.
Desarrollo
Los cachorros Lhasa Apso debe tener aspecto de sano, amable, alegre y extravertido. Su color es más oscuro que el de sus padres, pero muy suave. De lento crecimiento, alcanza la madurez a los tres años y su altura máxima al año. La sociabilización deberá comenzar de pequeño porque es un poco testarudo con temperamento y muy listo, necesitará mano firme y consistente.
Cuidados / Salud:
Los cuidados del pelo son fundamentales, habrá que cepillar varias horas a la semana para evitar nudos e irritaciones cutáneas. Para evitar esto muchos optan por cortar su pelo. Esta comprobado que los Lhasa viven en relación a los cuidados, tiempo y dedicación que le dispensan sus amos. Necesitará un dueño con tiempo suficiente para dedicarse a su Lhasa. Necesita salidas regulares y le encantan los juegos. Puede presentar problemas oculares, displasia de cadera y problemas renales genéticos.
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